Por Jorge Schiappacasse Araya

El proceso de descentralización puede ser justificado desde los sectores de izquierda hasta los liberales. Por el lado de la izquierda abogan porque la descentralización logre empoderar al pueblo y bajar las decisiones hasta asambleas populares. Por la otra mano, los liberales abogan por ella porque la descentralización permite bajar la captación de necesidades hasta el individuo y a la vez porque se logra dividir aún más el poder político.

Destacados politólogos chilenos se han referido al proceso chileno como una descentralización fallida. Esto porque en términos reales, todo el proceso decreación de políticas públicas está en manos del poder central y los entes subnacionales solo se limitan a la implementación de estos, lo que en términos académicos nos lleva a hablar de una desconcentración y delegación. Nunca descentralización. En Chile la descentralización real NO EXISTE.

Sin embargo el problema es que esta misma desconcentración y delegación del poder no se ha hecho de manera efectiva. Por ejemplo la implementación de las políticas educacionales ha sido un fiasco por parte de las municipalidades, pero esto no se debe a que la municipalización en si misma no sirva, la razón de este fracaso es pedirle a un ente manco que realice tareas para la cual se necesitan dos manos.

Los municipios en Chile no tienen la capacidad institucional ni el capital humano para poder luchar llevar a cabo la implementación. Sus herramientas son limitadas, porque no tienen el dinero suficiente para lograr una buena gestión. Esto
se refleja en que las municipalidades más ricas, si pueden entregar una educación de calidad.

Esto no se limita sólo a la educación, es también una realidad en la salud, servicios del dia a dia, entrega de becas y beneficios, etc.

¿Qué ha hecho el Estado? Ha empezado a baypassear a los municipios y realizar la entrega a través de las SEREMIS o gobiernos regionales, que tampoco son elementos descentralizados, sino más bien, desconcentrados.

Esta es la descentralización a la Chilean way. En vez de arreglar el problema, buscamos un resultado sub óptimo, para que parezca que todo funciona. ¿Qué se debe hacer? Debemos buscar la modernización de las municipalidades y aquí el estado debe ser, no el que guie sino el que ayude. El que pregunte, el que examine cuales son las necesidades y otorgue los recursos para hacerlo. No el que diga cuales son las necesidades y les diga al gobierno municipal que busque la manera de evolucionar so pena de que se limite los recursos. ¿Cómo van a cortarle recursos si ese es el problema de porque no sehan modernizados antes?

Las municipalidades, no tienen capital y se limitan a buscar personal que tenga la pasión por servicio publico, que tras ver lo poco que pueden hacer desde municipalidades, se van a empresas o fundaciones. Justamente los municipios que pueden pagar por sobre la media del mercado, son aquellos que tiene mejores resultados en sus rendimientos.

Las municipalidades están en peligro, están débiles cuando una sociedad civil tan fuere como está hoy en día los necesita más que nunca para poder canalizar las necesidades de las sociedad.

El Estado no debe equivocarse y en vez de quitarle labores a las Municipalidades, debe realizar una verdadera inyección de dinero a las arcas comunales, para mejorar la capacidad institucional que va de la mano con la formación de capital humano. Las municipalidades necesitan que por al menos una vez, no los dejen solos.