El 21 de mayo de 1888, bajo su gobierno, el presidente José Manuel Balmaceda tuvo el honor de sepultar los restos de nuestro máximo héroe naval Arturo Prat en la ciudad de Valparaíso, lugar donde hasta hoy descansan en el Monumento a las Glorias Navales con el mar y la Plaza Sotomayor como sus guardianes, Aquí esta pequeña crónica sobre como fue ese día donde a partir de este año 2017 la Armada recupera esta jornada histórica para honrar sus logros y reflexionar sobre su futuro

Los restos del Capitán Arturo Prat, del Teniente Ignacio Serrano y del Sargento Juan de Dios Aldea fueron trasladados desde Iquique a Valparaíso a bordo del monitor «Huáscar»». En Iquique, el 14 de Mayo de 1888 se efectuó la ceremonia de traslado de los ataúdes desde la iglesia parroquial hasta la capilla ardiente levantada en la toldilla del monitor. El 17 de mayo, la Escuadra, al mando del Contraalmirante don Luis Uribe y compuesta por el crucero “Esmeralda” y las corbetas “Chacabuco” y “O’Higgins” a las que se les agregó el blindado “Blanco Encalada” (por entonces el único acorazado de nuestra Escuadra), zarparon, escoltando al «Huáscar», en su recorrido por la ciudad-puerto
A la ciudad de Valparaíso, recalaron todas esas naves a las 8 de la mañana del 21 de mayo.  los ataúdes fueron desembarcados y luego trasladados en tres carrozas, en medio de la mayor multitud jamás reunida en la ciudad, hasta la Plaza de la Victoria, al templo del Espíritu Santo, luego a la Plaza Aníbal Pinto y finalmente a la Plaza Sotomayor. En todos estos lugares se dijeron discursos, siendo el último el del Presidente de la República don José Manuel Balmaceda frente al monumento y en una tribuna habilitada para ello, y que en parte dijo:
«Levantemos nuestros corazones y hagamos subir hasta Dios la gratitud que sentimos por haber protegido a Chile en los momentos del combate y por haber impreso en el alma del capitán Prat la inspiración del heroísmo por la Patria y por la gloria de la marina nacional».
Continuó mas tarde:
«Pasarán los años y las generaciones, y desde el fondo de la rada de Iquique, lo mismo que desde el seno de esta cripta o desde lo alto de este monumento, brillará en la historia, como la estrella polar en nuestros mares del sur, una constelación de valientes que no eclipsarán los siglos ni los héroes venideros».
Desde ese día que los restos de los héroes navales descansan en ese lugar, sin saber o viendo desde algún lugar que años mas tarde la Escuadra traicionaría sus valores republicanos, al sublevarse contra el propio presidente que ayudo a honrar la memora de aquellos caídos, despojando de sus grados incluso a quienes se mantuvieron al lado del nuestro presidente, pero los años pasan y las heridas se cicatrizan y aprovechando el carácter familiar y exclusivo que se recupera esa día, que la figura de Prat como la de nuestra inspiración del cual llevamos nombre en nuestra fundación, sirva para honrar la unidad de los chilenos, siguiendo el ejemplo de ambos personajes históricos que alguna vez se unieron para un legitimo y necesario homenaje